“El Clan” es una película argentina de 2015 premiada en repetidas ocasiones. Ha sido la que más ha recaudado en los primeros 9 días desde su estreno a lo largo de los últimos años y es la segunda película más taquillera de la historia en Argentina y la de más éxito de su director y guionista Pablo Trapero.
Está basada en una historia real; la historia de una familia, aparentemente de lo más normal, en los años 80 que sobrecogió a todo el país cuando salió a la luz.
Produce espanto y perplejidad presenciar cómo una sociedad puede estar tan enferma, tan corrompida, tan amoral y tan echada a perder que acaba asumiendo e integrando en la cotidianidad una cadena de crímenes contra la libertad individual, contra la convivencia cívica y contra el sentido común; permitiendo que la criminalidad se adueñe del día a día. Cuando el horror se vuelve cotidiano, parece que cualquier excusa es válida (la necesidad de dinero, la envidia por el que tiene más que uno mismo, la supuesta injusticia de haber perdido el poder, las diferencias ideológicas, etc.) para cometer cualquier delito en beneficio propio, sin importar sus consecuencias.
Convivir con la crueldad, la infamia, la extorsión, la barbaridad nos vuelve insensibles a las atrocidades. Cuando privamos al otro de cualquier derecho y dignidad porque piensa diferente, porque tiene más, porque nació en la riqueza o tuvo la gracia del talento, entonces se desencadena la barbarie y resulta casi imposible de dominar. Entonces se desarrolla una ceguera horrorosa ante la crueldad y la insensibilidad de las actuaciones, fijándose sólo en los fines, omitiendo la inhumanidad de los medios.
Estamos ante una historia verídica situada en la Argentina de los años ochenta, pero su huella trasciende aquella época y aquella geografía hasta convertirse en metáfora universal. El momento y el país resultan anecdóticos. Está tan bien reflejado que produce la sensación de estar asistiendo a un documental sobre el comportamiento de personas enfermas de violencia, de armas, de vanidad, de rango, de impunidad o de ambición que atropellan a sus semejantes en beneficio propio. Cerrar los ojos parece la solución: lo que no vemos, no existe.
Uno de los aspectos más interesantes de la película, a mi entender, es esa respetable apariencia del mal ya que, como suele pasar, la mejor estrategia del diablo es hacer como que no existe, tal y como ocurre con la familia Puccio y su monstruoso jefe, lobo disfrazado de cordero.
Es la película más comercial de Trapero pero al mismo tiempo es muy profunda. Una gran producción a todos los niveles, en la que destacan las interpretaciones, posibilitando al cine argentino acercarse a hechos verídicos y trágicos de una manera inteligente pero sin excluir lo fascinante del espectáculo.
Destaca la actuación de Guillermo Francella, un actor versátil y camaleónico, de una efectividad infalible. Su mirada y su gesto hielan la sangre y lo dicen todo. Igual se muestra frío y calculador que amante esposo y padre de familia. Su poderosa actuación pasará a la historia de la más espeluznante villanía. También destacaría a Peter Lanzani que interpreta magníficamente al segundo de sus hijos al que el padre implica directamente desde el principio en los hechos criminales.
El clan es una película que pone la piel de gallina, y curiosamente provoca más escalofríos con las escenas menos violentas. Secuencias donde podemos observar la vida cotidiana de la familia cenando, viendo la televisión o manteniendo conversaciones que tratan sobre cosas intrascendentes mientras suenan de fondo los gritos y lamentos que provienen de un cuarto oscuro de la casa. Difícil de creer que todos los integrantes de ese patológico ecosistema pudieran hacer una vida normal escuchando los alaridos de los secuestrados, pero una vez más, y sobre todo si se trata de la crueldad humana, la realidad superó con mucho a la ficción.
En definitiva El Clan es una gran película, con buenísima dirección y un maravilloso reparto. La historia engancha, con un muy buen desarrollo y un final que sorprende por el cambio de ritmo que utiliza. Muy recomendable.
Y como siempre, si quieres disfrutar de ella no tienes más que pasar por la biblioteca “Miguel de Cervantes” y llevártela a casa. DVD PE 4553