Una de las lecciones más importantes que he aprendido es que, para vivir bien sola, necesitas tener la voluntad de querer estarlo. Como cualquier tipo de vida plena necesita la intención de querer tenerla.
El pasado 8 de marzo celebramos el Día Internacional de la Mujer, por este motivo hoy os traigo el libro Solterona. La construcción de una vida propia, de Kate Bolick.
Detrás de este título peyorativo, que crea confusión, se esconde una gran obra de reivindicación de la mujer que podemos leer como si de una novela se tratase.
Miren a esta mujer. ¿Corresponde esta imagen a la idea que tenemos en la mente cuando pensamos en una «solterona»? Pues es ella, una soltera por elección y por convicción. La autora, con este ensayo ha querido quitar los prejuicios de una palabra cargada de gran machismo, y reivindica la soltería como modelo de vida; pero llegar hasta este punto no ha sido nada fácil, precisamente de ello trata el libro, de cómo a través de su propia experiencia personal, y a través del acercamiento y del estudio de cinco mujeres a las que ella admira, para mí la parte más interesante del libro, ha llegado a esta convicción.
Kate Bolick creció pensando que acabaría casándose. Incluso tenía una fecha límite para hacerlo: los treinta años. Se concedió hasta entonces para estudiar, experimentar y decidir qué hacer con su vida profesional. Sin embargo, cuando llegó a la treintena ese deseo de casarse se había evaporado. Una nueva década cargada de ambiciones se abría ante ella. Y el matrimonio se convertía en una molestia.»Me iba haciendo mayor y no sucedía, no encontraba a nadie. Incluso llegué a pensar que el problema era yo«. «A los 35 asumí que, a lo mejor, es que no me casaba nunca. Al final me dio igual, porque me di cuenta de que me gustaba. Me gusta la vida que tengo«.
Muchas mujeres se ven en esa misma tesitura vital, opina Bolick, y les cuesta asumir la soledad; sobre todo cuando viene impuesta por el destino y no por propia voluntad. Precisamente, esa es una de las principales motivaciones que la impulsaron a dar testimonio escrito de su experiencia, la de liberar a sus congéneres de la pesada carga psicológica que sostienen por no llegar a ser lo que la sociedad espera.
Apoyándose en datos estadísticos, señala: «En EE UU, entre las que no están casadas ni tienen pareja, y las que son viudas y divorciadas, la cifra de mujeres a las que ella llama solteras sobrepasa el 53%». «Es el resultado de los logros de la segunda ola del feminismo de los años 70. Es una circunstancia que nunca se ha dado antes: el número de mujeres que están trabajando y estudiando es mayor que nunca«. «Cuando las mujeres han tenido menos acceso a la educación, han tendido a casarse más. Si toman la decisión de vivir en solitario creo que es, fundamentalmente, porque ahora se les permite tener experiencia, una visión del mundo mucho más amplia que el matrimonio. No es egoísmo, como muchos argumentan».
Bolick también hace hincapié en que la soltería no está reñida con tener una vida sexual activa y plena, y no se lo plantea como una doctrina inalterable; de hecho, en la actualidad, la autora tiene pareja. También separa la soltería de la maternidad, no es incompatible ser soltera con el hecho de querer tener hijos, hecho que vemos en la actualidad con los nuevos roles familiares que se están creando.
Como dije antes, una de las partes más interesantes del libro es cuando Bolick se acerca a la figura de cinco mujeres a las que admira, a las que llama despertadoras. Este acercamiento, a través de capítulos que les dedica, constituyen pequeñas biografías de gran interés. Las mujeres a las que hace referencia son las siguientes:
Maeve Brennan (1971 – 1993). Fue una escritora y periodista irlandesa, radicada en los Estados Unidos, que destacó por sus relatos y por sus crónicas. Fue colaboradora en Harper’s Bazaar y en el The New Yorker. Al principio, escribió sobre moda femenina, y enseguida comenzó a publicar reseñas de libros muy notables. En el The New Yorker publicó una serie de crónicas urbanas, bajo el pseudónimo de «The Long-Winded Lady«, luego recopiladas en el libro Crónicas de Nueva York.
Neith Boyce (1872-1951). Escritora y dramaturga estadounidense. Entre sus obras destacan El precursor (1903), La locura de los demás (1904), La primavera eterna (1906), El enlace (1908), Dos hijos (1917), La señora orgullosa (1923).
Edna St. Vincent Millay (1892-1950). Fue una poeta, dramaturga y feminista estadounidense. Fue la primera mujer en recibir el Premio Pulitzer de Poesía. Usaba el pseudónimo Nancy Boyd para su trabajo en prosa. «Renascence» y «The Ballad of the Harp-Weaver» se consideran sus mejores poemas.
Edith Wharton (1862-1937). Quizás la más conocida de todas ellas. Escritora y diseñadora. Muchas de sus novelas han sido llevadas al cine, entre las que destacan: La casa de la alegría, Ethan Frome, La edad de la inocencia, ganadora del Premio Pulitzer 1921, y la novela inacabada, Las bucaneras. Amiga y discípula de Henry James, fue miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras (1926) y del Instituto Nacional de las Artes y las Letras. El gobierno de Estados Unidos le concedió la medalla de oro de este último Instituto Nacional en 1924, y fue la primera mujer en alcanzar tal distinción. En 1923, fue la primera mujer nombrada Doctor honoris causa por la Universidad de Yale.
Charlotte Perkins Gilman (1860-1935). Fue una destacada socióloga, novelista y cuentista estadounidense, que además escribió poesía y obras de no ficción, e impartió conferencias para la Reforma social. Durante un tiempo fue una utópica feminista cuando sus logros eran excepcionales entre las mujeres, y sirvió de modelo para futuras generaciones de feministas debido a sus ideas y estilo de vida poco ortodoxos. Su obra más conocida actualmente es un cuento semiautobiográfico, El papel de pared amarillo («The Yellow Wallpaper»), que escribió durante un brote severo de depresión postparto. Entre otras obras destacan: Las mujeres y la economía, Acerca de los hijos, El hogar, Versos y canciones sufragistas, Despedida, Si yo fuera un hombre.
K. Bolick, una de las periodistas norteamericanas más influyentes de la actualidad, gracias a sus artículos en publicaciones como Cosmopolitan, Elle, Vogue, The New York Times o The Wall Street Journal, no ha escrito un libro de autoayuda ni una guía inspiracional. A través de su mirada y de su experiencia consigue explicar cómo la literatura de estas mujeres excepcionales la ayudaron a apasionarse, a no buscar en los demás sino en ella misma, a vivir como una mujer que no necesita de nadie para construir su identidad.
Un libro muy bueno y estimulante, que nos trae Malpaso en una preciosa edición, después del tremendo éxito obtenido en Estados Unidos, y como siempre aquí, en tu biblioteca.
(Fuentes: cultura.elpais.com/cultura/2016/05/13/actualidad/1463138730_112393.html y Wikipedia para los datos biográficos de las despertadoras).
Sigue leyendo →