Chicos. ¡Que ya estamos de vacaciones! Bueno, vosotros llevaréis una semana más o menos, pero nuestro blog descansa en julio y agosto, así que os dejo algunas sugerencias de lecturas para este verano.
¿Sabéis lo que más me gustaría estas vacaciones? Me encantaría irme a una isla desierta como la de Robinson Crusoe de Daniel Defoe. Aunque desgraciadamente no puedo ir. Pero… ¿Os cuento un secreto? Sabéis que tenemos la suerte de viajar con la mente gracias a la ayuda de los libros. Sí, pequeños y no tan pequeños lectores, así que definitivamente me voy a una isla, a La isla del tesoro de R.L. Stevenson. De la mano de Jim Hawkins viviré maravillosas aventuras, y conoceré al malvado pirata John Silver el Largo y su pata de palo. Aunque también me encantaría conocer a los liliputienses (unos seres humanos de tan sólo 15 centímetros de estatura, más o menos como la palma de una mano de un adulto), a hombres gigantes en la tierra de Brodbingnag, o a científicos e intelectuales pedantes (seguro que en clase conocéis a más de uno, esos que lo saben todo y que siempre levantan la mano cuando la seño preguta). Todo esto y mucho más, es lo que voy a encontrar en Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift.
El verano es un buen momento para viajar y conocer nuevos sitios, pero tiene un «pequeño» inconveniente. Todo está lleno. Poner la toalla en la playa sin que el de al lado te meta los pies, es una odisea. Hace demasiado calor. Y todo está mucho más caro. Así que me quedo en casa, en mi sillón favorito, con mi aire acondicionado. Viajaré a la luna y al centro de la tierra, surcaré los mundos submarinos y recorreré el mundo nada más y nada menos que en 80 días, y todo gracias a Julio Verne. O tal vez me vaya a un lugar recóndito como el que puedo encontrar en El libro de la selva de Rudyard Kipling.
Ahora que tengo más tiempo, aprovecharé para resolver misterios. Para ello cuento con un montón de amigos, como Sherlock Holmes, Los cinco de Enid Blyton; Tintín y su perro Milú; Gerónimo Stilton o Ágatha mistery, Ulises Moore, etc.
¡Uf! Tantas aventuras, viajes y enigmas me han dejado un poco agotada. Creo que necesito descansar la mente y relajarme un poco. Me apetece reírme, y para ello nada mejor que irme a Carabanchel Alto con la familia de Manolito Gafotas: su madre Cata, su padre Manolo, el abuelo Nicolás, su hermano pequeño, «el Imbécil», «la Chirli», el Orejones…, con ellos las risas sí que las tengo aseguradas.
Es momento también de jugar. Cuando yo era pequeña me encantaba hacer trucos de magia, para ello tenía un juego llamado Magia Borrás. Ahora también juego a ser maga, pero con los libros de Harry Potter. Fantaseo que soy una muggle como Hermione, y ayudo a Harry a acabar con Voldemort.
Hay tantas posibilidades en las páginas de un libro… Podemos visitar mundos fantásticos como los de El Señor de los Anillos, Las Crónicas de Narnia, los mundos creados por el maravilloso Roal Dahl. Visitar una galaxia muy, muy lejana: La guerra de las galaxias. Conocer el mundo de las princesas y las hadas. A personajes maravillosos como Matilda (que ilustra nuestra reseña), Olivia, Alicia, Peter Pan, Mary Poppins, Pippi Calzaslargas, la bruja Brunilda… Podemos pasar mucho, mucho miedo con la colección de Pesadillas, con personajes como Frankenstein, Drácula, los cuentos de Poe, los vampiros, etc.
Nos enamoraremos. Los adolescentes disfrutaréis ya de esos primeros amores de verano. Seguro que ya estás esperando a que llegue ese chico o chica que hace que tu barriga se llene de mariposas. ¿Os cuento un secreto? El que me molaba a mí era de Valladolid, y doy fe de que esos primeros amores nunca se olvidan. Amores que también podéis encontrar en muchos libros de nuestras bibliotecas, como los de El club de los incomprendidos, los libros de Federico Moccia, etc.
Esto sólo son algunas ideas de libros que podéis disfrutar este verano. Pero por favor, no os olvidéis de bailar, ir a la playa, comer helados, salir con los amigos, hacer deporte, ir al cine, dormir hasta las 12, darles muchos besos a vuestros padres y hermanos, y sobre todo reír, reír, muchísimo, y coged fuerzas para el curso que viene.
¡Felices vacaciones!
Nos vemos en septiembre.