El pasado viernes 15 de marzo comenzó el Festival de Cine de Málaga, por eso he querido acercarme a esta bella ciudad, de la mano de la muy malagueña Revista Litoral.
Parece connatural a muchos seres humanos la necesidad de ir en pos de lo desconocido, de lo diferente, de lo que no ofrece el lugar de origen. Una irrefrenable llamada interior los arrastra a la pasión por el viaje, al perpetuo nomadismo, a ver mundo, guiados sólo por el sueño utópico de perseguir el ideal de la Belleza, de dar con el paraíso perdido y, de paso, de encontrarse a sí mismos.
Málaga, meeting point habla de la importante presencia de artistas y escritores foráneos en la nombrada poéticamente Ciudad del Paraíso y en su franja marítima, conocida mundialmente como Costa del Sol. Y muestra de qué manera el hechizo de su clima, de su luz, de sus paisajes mediterráneos y de sus gentes, o el devenir de su historia, han dejado una huella indeleble en la obra de esos ilustres visitantes o residentes venidos de los rincones más insospechados del planeta en la creencia de que en esta zona del litoral andaluz habrían de ver cumplido aquel sueño inalcanzable.
Málaga, como el resto de Andalucía, lleva en sus genes desde su fundación fenicia una mescolanza de sangres, civilizaciones y culturas, lo que la convierte en la época moderna en terreno abonado para ser, una vez más, fértil punto de encuentro de muy variopintos aventureros, viajeros o turistas, algunos de los cuales cristalizan ese intercambio cultural en libros de viaje, reportajes, memorias, diarios, novelas, poemas, canciones, pinturas, construcciones, películas… con mirada extranjera.
Desde que en el s. xix los viajeros románticos del frío norte europeo pusieran sus ojos en la herencia clásica de Italia o Grecia y en el paisaje virgen y exótico de la arabizada España, han sido numerosísimos los artistas y escritores que recalaron en Málaga y/o la evocaron en sus obras: Theofile Gautier, Richard Ford, Hans Christian Andersen, J.-Charles Davillier, Gustave Doré, Rubén Darío, Rainer María Rilke, los poetas de la Generación del 27, Buster Keaton, Salvador Dalí y Gala Eluard, la colonia angloparlante en la Málaga en guerra (Gerald Brenan, Gamel Woolsey, Sir Peter Chalmers-Mitchell, Marjorie Grice-Hutchinson), Norman Bethune, César Vallejo, Pablo Neruda, Arthur Koestler, George Orwell, Bertold Brecht, Ernst Hemingway, Orson Welles, Paul y Jane Bowles, Jean Cocteau, Maureen O´Hara, Elizabeth Taylor, Frank Sinatra, Brigitte Bardot, Deborah Kerr, Peter Viertel, Sean Connery, algunos Beatles y Rolling Stones… Interminable lista que, gracias a la colaboración de un gran elenco de especialistas en la materia (historiadores, hispanistas, escritores, periodistas, críticos, arquitectos), tienen su punto de encuentro en estas páginas, dando una respuesta sugestiva a aquella pregunta de José Bergamín en la Litoral de los años 20: ¿Málaga existe?
El otro día paseando por Málaga, a mi madre le llamó la atención la estatua de un señor de bronce con sombrero de copa, sentado en un banco en la Plaza de la Marina. Ella me preguntó: ¿Quién es ese señor? Yo le respondí: Hans Christian Andersen. El escritor pasó por Málaga en octubre de 1862, y en su libro, Viaje por España, lo recogió de la siguiente manera: «En ninguna parte de España me sentí tan feliz y tan en casa como en Málaga. Las costumbres de sus gentes, su temperamento, el ancho mar, todo ello, tan necesario y rico para mí, lo encontré allí. Y es más, encontré algo todavía mas importante: gente amable y sencilla». Gustave Doré inmortalizó bellas estampas malagueñas a través de sus pinturas: El puerto y la catedral, el cenachero, la mujer malagueña… Los poetas de la Generación del 27 le cantaron. Cineastas de renombre la visitaron: Buster Keaton, Ernest Hemingway, Frank Sinatra… Algunos para quedarse como Peter Viertel y su mujer Deborah Kerr, Orson Welles, del que se dice que sus cenizas reposan en la finca rondeña de Antonio Ordónez… Málaga, además, son sus monumentos: La Manquita, La Alcazaba, Gibralfaro, El cementerio inglés… Sus barrios, calles y plazas: El Perchel, La Trinidad, Huelín, Pedregalejo, El Palo, Calle Larios, Pasaje Chinita, La Plaza de la Constitución, La Plaza de la Merced, La plaza Uncibay… Últimamente sus museos: Picasso, Thyssen, Pompidou, El CAC, Museo Ruso…, pero sobre todo son sus gentes, tanto los artistas de renombre, como el ciudadano anónimo. Porque en Málaga se respira y se vive mucho arte, la que da la tierra, su paisaje, su clima y sus costumbres.
Un monográfico muy completo, con bellísimas ilustraciones, que nos acerca a esta bella ciudad del sur de España, con la calidad que siempre caracteriza a la Revista Litoral, de la que hablamos hace un tiempo en nuestro blog.