Esta fue la última lectura del Club Pedro Reyes de los Boliches, un fantástico club de lectura en el que vamos compartiendo y analizando aquello que cae en nuestras manos.
A todos nos ha gustado mucho, bueno, hubo a quien no, pero luego cambió de opinión al escuchar las valoraciones del resto. Y es que ya se sabe, el ánimo no siempre percibe las cosas de la misma forma, y una lectura no es igual para distintas personas, pero eso es lo maravilloso y mágico de nuestro club, que todas las opiniones son válidas, y que todos son libres de formularlas e incluso cambiarlas.
Pero vamos a la novela. La comedia humana es obra del escritor William Saroyan (1908-1981), Premio Pulitzer, dramaturgo y también pintor. Hijo de armenios emigrados a California en condiciones paupérrimas; huérfano a los tres años, fue enviado con sus hermanos a un orfanato durante seis años, hasta que pudieron volver con su madre.
La situación familiar y el contexto en el que creció y vivió nos puede llevar a pensar en temas tan poco alegres como el desarraigo, el genocidio armenio, la depresión de los años 30, la Segunda Guerra Mundial … Sin embargo, su escritura irradia optimismo, está cargada de bonhomía, de respeto hacia la familia, la comunidad, la cultura armenia, la americana con sus raíces tan variadas, de esperanza y de humanidad, entendiendo ésta como la mejor característica que una persona puede tener: ser humano.
Sus historias y su modo de percibir la vida, desde el prisma de la cultura armenia, le hicieron distinguirse de sus contemporáneos tanto en la escena, Tennesse Williams y Arthur Miller, como en las liberías, John Steinbeck y Ernest Hemingway. En España, donde sus novelas eran auténticos bestseller, se empleaba el término «sorayanesco» para definir la ternura de la niñez, la evocación de la soledad y la inocencia del mundo.
En esta obra en particular, conoceremos a Homer, su protagonista, un adolescente que empieza a trabajar para una oficina de telégrafos llevando telegramas a los vecinos de Ithaca, su ciudad, unos telegramas que en demasiadas ocasiones traían la peor noticia que se podía esperar de los soldados que se habían ido al frente en la II Guerra Mundial.
El nombre del chico, como el del hermano o el de la ciudad, y como otras muchas referencias de la novela aluden, qué duda cabe, a la mitología. Sin embargo, no es una novela fantástica ni mucho menos, ya que se inspira bastante en la propia vida del autor.
A través de Homer, que empieza el camino del aprendizaje; de su madre, guía y compañera ideal; de los ojos del hermano, tan inocente y puro; del tendero y su hijo caprichoso, que ansía la felicidad sin alcanzarla; de su hermano, también en el frente; la maestra, el jefe, el compañero de trabajo, su amigo…Todos, en definitiva todos, esa magnífica comunidad ideal en la que aprenden unos de otros, en la que los adultos saben guiar a los jóvenes, a veces con respuestas y otras con silencios, todos ellos nos dejarán valiosas reflexiones sobre la vida, la muerte, el amor y el odio, la bondad y la maldad del mundo. Y es que este libro está cargado de contrastes, cada valor se magnifica porque existe el contrario. Dejándonos al final de su lectura casi un tratado de cómo deberíamos vivir para no dejar de ser eso tan importante: seres humanos.
Sin olvidar lo que desde el principio nos dice el título, esto es una comedia, a veces graciosa y otras con muy poca gracia, y en ella, ¿Quiénes somos nosotros? Quizás meros títeres, pero títeres capaces de hacer una magnífica obra.
Esto es Saroyan, la esperanza, la lucha por la vida, la generosidad con los demás y con uno mismo, la aceptación…
Una lectura que nos llegó por error, porque no era ésta la que habíamos pedido, y que sin embargo ha resultado todo un acierto.
No podéis perdérosla, la encontraréis en la Biblioteca Miguel de Cervantes de Fuengirola con la signatura N SAR Wil com.
Feliz lectura. Nos vemos en las bibliotecas.
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Red de Bibliotecas de Fuengirola 