Archivo de la etiqueta: Sancho

RECOLECTURAS – Don Quijote de Manhattan (Testamento yankee)

Don Quijote de Manhattan.indd

Hoy os traigo el último libro de Marina Perezagua que se va a presentar esta tarde en la biblioteca a las 20 horas, Don Quijote de Manhattan (Testamento yankee).

¿Qué pasaría si don Quijote y Sancho aparecieran como por arte de magia en la ínsula de Manhattan en pleno siglo XXI? A esta pregunta da respuesta Marina  en su libro y logra salir airosa.

Quiera el destino que de los primeros encuentros que tenga el hidalgo en esta su nueva casa de con una predicadora que, agradecida por la atención que caballero y escudero le muestran, les regala un ejemplar de la biblia en inglés. Así, tal como si fuera el Amadís de Gaula, toma don Quijote la obra como libro de cabecera y durante 7 días se embebe de ella, incapaz de distinguir la vigilia del sueño.

Después de esos 7 días de encierro voluntario, decide don Quijote convertirse en adalid de los Evangelios, para lo que adopta una armadura acorde a los nuevos tiempos, un  C3-PO de la triste figura; y  con su biblia bajo el brazo y Sancho a su costado, vestido para la ocasión como un ewok, emprenden sus nuevas aventuras.

Más o menos este es el comienzo de esta hilarante historia. Imaginarme a don Quijote y Sancho de esas guisas por las calles de Manhattan, me produjo las primeras carcajadas. La verdad que me parece todo un acierto vestir al Quijote de C3-PO, los dos altos, enjutos y con mucho nervio, y si encima te pasa como a mí, ser fan de la Guerra de las Galaxias y del Quijote, ya me tiene ganada. Pero bueno, esto es sólo el principio y a partir de ahí suceden numerosas aventuras: unas más brillantes, otras menos, pero siempre desternillantes.

En sus andanzas don Quijote y Sancho se encuentran con los personajes más variopintos; y en su periplo irán adquiriendo cierta fama, como cuando son aclamados por una manifestación de mujeres desnudas en Washington Square. Don Quijote, siempre con la Biblia como bandera tratará de salir airoso de los numerosos «entuertos», muchos de los cuáles él mismo ha provocado. Recibirá palizas, dará con sus huesos en la cárcel, visitarán al director del Instituto Cervantes, al que ellos mismos toman como el mismísimo escritor, y ante el cual se presentará como don Quijote de Manhattan, sobrenombre que le da Sancho Panza.

Visitarán esos templos del capitalismo moderno: Starbucks, los restaurantes de cocina macrobiótica, Ikea…, y como un Quijote que se precie no es un Quijote sin su Dulcinea, Marcela, convertida en la Torre de la libertad por obra y gracia de su hidalga figura, se convertirá en la protagonista de sus desvelos.

Hablar de una obra así no es fácil, teniendo como protagonistas a dos personajes tan universales, y con la Biblia como contexto de sus aventuras. Muchos pensarán que es una osadía, y sí, es una osadía que implica una gran valentía, porque se va a enfrentar a numerosas críticas. Marina además lo hace desde el humor (imposible hablar de Quijote y Sancho sin humor), que no es el género que ella domina, o al menos, el que ella trabaja. En una entrevista dijo que si consigue que la gente se ría, logra lo que la comedia requiere, y en mi caso yo me he reído unas cuantas veces.

Creo que el estilo y el tono empleado también es un acierto, así como, que cada capítulo venga encabezado con los hechos que van a acontecer, imitando la célebre obra de Cervantes.

Las aventuras por las que incurren estos dos personajes son muy surrealistas, en algunos casos truculentas, marca Perezagua, pero yo los visualizo en Manhattan y no me parece descabellado, es más creo que es el marco adecuado para unos supuestos  Quijotes y Sanchos del siglo XXI, con los rascacielos como molinos de vientos.

Si tengo que quedarme con algo, me quedo con la última parte, digna de la mejor ciencia ficción, y equiparable al Apocalipsis. En su recorrido en busca de Marcela los libros salen disparados por la biblioteca pública, por todas las cañerías de la ciudad: […], bien podía su corazón de oro y su afilada intuición comprender que el ocaso de la palabra escrita se estaba diluyendo avenida abajo para desembocar en el ocaso del hombre. Las reflexiones que sobre la palabra escrita y la sincronía de los acontecimientos hace la escritora me parecen acertadas y poéticas.

Al final Marina deja la puerta abierta a una segunda parte, así que seguiremos disfrutando de estos dos personajes en Manhattan.

El libro podrá gustar o no, pero desde luego no creo que deje indiferente y, como siempre aquí, en tu biblioteca.

P.D.T. Si os gusta esta autora, deciros que en la biblioteca tenemos todos sus libros publicados hasta la fecha.

Sigue leyendo

Deja un comentario

Archivado bajo Libros, Recomendaciones, Uncategorized