Archivo de la etiqueta: Donna Tartt

GRAN RESERVA – El clásico del mes

jilguero

Después de unas «vacaciones difíciles», los que me conocen bien saben a que me refiero, estamos de vuelta con nuevas recomendaciones. Hoy es primer lunes de mes, y por lo tanto, es el día que reservamos a los clásicos. Por las circunstancias referidas anteriormente, este verano no he leído prácticamente nada. Mi filosofía es recomendar lo que me leo en el momento, para así tenerlo fresco y hacer las entradas más personales, por suerte, antes de las vacaciones me leí el que para muchos críticos es el «Primer clásico del siglo XXI» y dejé la entrada medio planteada, así que nada, os dejo con mi recomendación para el día de hoy, El jilguero de Donna Tartt.

Para mí El jilguero es uno de los mejores libros que he leído este año ¿Por qué es uno de los mejores? Por el enganche que tiene de principio a fin, hacía tiempo que no disfrutaba tanto con un libro, buscando el hueco para cogerlo, y eso que decidir leer un libro de 1143 páginas no es fácil, y que en esas 1143 páginas no decaiga la trama tampoco es fácil, pero en mi caso me mantuvo pegada al sillón quitándome ratitos de sueño.

Pongámonos en situación. El título del libro hace referencia al cuadro El jilguero, la obra maestra que Carel Fabritius, discípulo de Rembrandt y profesor de Vermeer, pintó en 1654. El capítulo inicial comienza con un atentado en el MET de Nueva York, donde está expuesta temporalmente la obra. En el museo se encuentra el adolescente Theo Decker acompañado por su madre, que desgraciadamente fallece en el atentado. En medio de la confusión y el caos que se genera, y aún en estado de shock, a Theo no se le ocurre otra cosa que robar el cuadro, cuadro que le acompañará por su periplo a lo largo de los próximos años (10 en concreto, desde los 13 a los 23).

Huérfano de madre, su padre les abandonó unos años antes, Theo se va a vivir con la familia de un compañero de clase, los Barbour, a la lujosa Park Avenue, hasta que el padre, movido por intereses no muy loables, reaparece para llevárselo a vivir con él a Las Vegas.

Para mí la novela tiene dos partes bien diferenciadas. Por un lado está su vida en Nueva York, primero con los Barbour y luego, a su regreso de Las Vegas, cuando se traslada a vivir con Hobbie, el restaurador de muebles antiguos al que su socio, también fallecido en el atentado, le pone en contacto antes de morir. Hobbie y Pippa, sobrina del fallecido que sufrió graves secuelas en el atentado, serán las personas a las que Theo considere su verdadera familia tras la muerte de su madre. Con Hobbie se asocia y se encarga de la venta de muebles y la apertura de la tienda, bastante abandonada. Por otro lado, está su vida en Las Vegas. Esta parte es la más sórdida de la novela, la que pone en contacto a Theo con el mundo de las drogas y el alcohol, pero la que le da el mejor amigo, Boris, otro personaje clave en el libro. Y para cerrar el círculo, la novela empieza y termina en una habitación de Ámsterdam, donde Theo se encuentra por motivos del cuadro. Para terminar, no nos podemos olvidar del cuadro que da título a la novela. Como si de un personaje más se tratara, El jilguero sobrevuela toda la trama y acompañará a Theo durante todos esos años, creando un vínculo y un influjo muy especial sobre él: «El cuadro hacía que me sintiera menos mortal, menos común. Era puntal y reivindicación, era sustento y peso; la piedra angular que sostenía la catedral«. Si tuviera que elegir, yo sin duda alguna me quedo con toda la historia que transcurre en Nueva York, yo soy así, Nueva York tiene su halo romántico y Las Vegas me parece muy hortera. También porque los hechos que transcurren en la ciudad de los rascacielos me gustan mucho más.

Algunos catalogan la novela de thriller. Es cierto que hay una historia detrás del cuadro, pero no sé yo si catalogarla como tal, hay tráfico de arte, hay estafa, hay amor…un poco de todo.

Donna Tartt, escribe sus libros con un intervalo de 10 años, siendo todos muy bien acogidos por público y crítica. Con éste, su tercero, obtuvo el Premio Pulitzer 2014. Como dije al principio, algunos afirman que estamos ante el primer clásico del siglo XXI. No sé si se convertirá en clásico, lo que sí sé es que si te dejas atrapar por la historia no lo lamentarás, aunque quizás tú seas de los que abandonan el libro, me consta que hay muchos que no han podido terminarlo. Yo sin embargo lo terminé en pocos días  y me dio mucha pena, hacía tiempo que no lo pasaba tan bien.

Si alguna vez vais a La Haya y queréis ver el cuadro, y descubrir si sentís el mismo influjo que sintió Theo por él, lo podéis visitar en el Museo Mauritshuis donde también se encuentra La joven de la perla de Vermeer, y Lección de anatomía de Rembrandt, también mencionado en el libro.

Y si os gusta como escribe la autora,  en la biblioteca también podéis disfrutar de su anterior novela, El secreto.

Sigue leyendo

Deja un comentario

Archivado bajo Libros, Recomendaciones